La claritromicina es un antibiótico macrólido utilizado para el tratamiento de diversas infecciones bacterianas. Se presenta en forma de suspensión oral en un frasco de 50 ml. La claritromicina actúa inhibiendo la síntesis de proteínas en las bacterias, lo que interfiere con su crecimiento y reproducción. Es eficaz contra una amplia gama de bacterias, incluyendo aquellas que causan infecciones respiratorias, infecciones de la piel y tejidos blandos, infecciones del tracto gastrointestinal y enfermedades de transmisión sexual, entre otras.